Sandra Delgado, de la ONG Alboan, habló sobre la situación de la mujer en la India a los estudiantes de primero del grado de Comunicación

El 29 de octubre, Sandra Delgado, trabajadora de cooperación internacional de Alboan, visitó las aulas de los estudiantes de 1º del grado de Comunicación y del grado de Trabajo Social de la Universidad de Deusto, en el marco de la asignatura Antropología Social y Cultural, impartida por Luzia Alberro y Josean Marín.

Sandra Delgado, de Alboan
Sandra Delgado, de Alboan, en el aula.

Sandra Delgado, es trabajadora de Alboan. Alboan es una ONG impulsada por los Jesuitas. Desde dicha ONG realizan proyectos de cooperación en América Latina, África y la India. Son proyectos de cooperación en diversos ámbitos: educación, género, desarrollo agrícola, participación social, buen gobierno, ayuda humanitaria y a refugiados, etc.

Sandra trabaja en el departamento de cooperación, en el área de Asia y África. Ha estado cuatro veces en la India realizando el seguimiento de diversos proyectos de cooperación al desarrollo. Así, además de presentarnos datos sobre la situación de la India en general, y de la mujer en la India en particular, enriqueció la sesión con su propio testimonio y experiencias personales.

India se considera un país emergente por el desarrollo de su economía. Aun así, entendemos que el desarrollo no puede medirse únicamente por indicadores económicos, ya que éstos no reflejan la realidad de muchas de las personas que habitan en este país. En India hay un crecimiento económico intenso pero de 1256 millones de personas que componen la población de India 800 millones sufren pobreza multidimensional y las clases sociales están cada vez más separadas: los ricos se hacen cada vez más ricos y los pobres más pobres.

Gráfico extraído del informe Las castas en la India. 4 claves básicas de la Fundación Vicente Ferrer.
Gráfico extraído del informe Las castas en la India. 4 claves básicas de la Fundación Vicente Ferrer.

La desigualdad social de India no es solamente causada por la economía, otros factores también toman parte en este problema: para empezar, tenemos el sistema de las castas, el cual sirve para dividir la sociedad en distintos grupos. El sistema de las castas es un sistema de estratificación social. Este sistema tiene origen en la religión Hinduista. El hinduismo es la religión principal de India (junto al Islam, Cristianismo y Sikhism) pero no es solo una religión, es una filosofía, una manera de entender el mundo. Por lo tanto, este sistema de castas afecta incluso a la gente que no es hinduista.

Las personas que han sido catalogadas como dálits o intocables son las personas que se encuentran fuera de la sociedad pero realizan acciones para ayudar a ésta. Sufren discriminación por las demás castas hasta el punto de que ninguna persona perteneciente a una casta superior les toca. Existen leyes para impedir esta discriminación por casta y las prácticas de intocabilidad, pero en realidad esta discriminación sigue existiendo, y la falta de acceso a la educación y los arraigos culturales no facilitan que estas personas puedan participar en la vida pública.

Sufren discriminación por las demás castas hasta el punto de que ninguna persona perteneciente a una casta superior les toca.

Además de los dálits, las personas indígenas de los diferentes estados de India (adivasis) y las mujeres son discriminadas. Las mujeres dálits y adivasis sufren una triple discriminación por ser intocables, mujeres y pobres. Las mujeres se encuentran ante un estado de inferioridad en comparación a los hombres. Lo que se espera de un hombre (no necesariamente lo que es) es que tiene que ser el único capaz de traer dinero a casa, hijos a la familia y una mujer para que ésta haga los trabajos domésticos. Como sucede en algunos países del mundo, las mujeres no tienen la oportunidad de elegir al marido; en la mayoría de los casos, los matrimonios son acordados entre las familias a las que pertenecen el marido y la mujer. Podríamos decir, que en esos acuerdos la mujer toma el papel de un objeto al servicio del marido, y no el papel de una mujer como persona. Las mujeres en India no son libres; siempre dependen de un hombre. Primero de sus padres, después de sus maridos y cuando estos se mueren, de sus hijos. Las viudas son símbolo de mala suerte, y lo más curioso es que incluso ellas creen que traen mala suerte. Cuando se les muere el marido les quitan todo, incluso el hogar, y se aíslan de la sociedad. Son explotadas en los lugares de trabajo y en ocasiones, son víctimas de explotación sexual.

© Nagappa/FVF
© Nagappa/FVF

Lo peor de todo esto es que, como hemos mencionado antes, a causa de la falta de educación que tienen las mujeres la posibilidad de tener un trabajo y mejorar su estrato social se disminuye. Predomina el analfabetismo femenino: 60 millones de niñas no tienen educación primaria en la India. el 80% de los niños y el 73% de las niñas acuden a la educación primaria. Y tan solo el 71% de los niños y el 56% de las niñas acceden a la educación secundaria.

Por lo tanto, a la hora de hablar sobre el desarrollo de un país, no solamente tenemos que tener en cuenta los factores económicos, sino también debemos cuantificar cuestiones como el acceso a la educación, a la salud, la esperanza de vida y sobre todo, tomar cuenta del nivel de desigualdad existente entre los distintos sectores de población.

A pesar de que la situación en India es muy compleja, y posiblemente, se necesite un largo proceso de cooperación y ayudas de parte de los ONG, esperamos que la situación vaya mejorando poco a poco y que gracias a estas organizaciones las mujeres reciban una mínima educación y apoyo para proclamar sus derechos como humanos y que los habitantes de India se vayan concienciándose de las desigualdades que se encuentran en su sociedad.

Para más información:  http://www.mujeresenindia.alboan.org/es/que-es/

Irati Azkarate
1º de Comunicación

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Estudiante de Comunicación