El día miércoles 27 de septiembre en el Salón de Actos del Museo San Telmo de San Sebastián se llevó a cabo la mesa redonda moderada por Virginia Yagüe, presidenta de la sociedad de gestión DAMA, sobre “Buenas prácticas para un audiovisual libre de abusos por razón sexual, de género o de poder”, en la que participaron la abogada Carla Vall, la actriz Aina Gimeno y la asesora de intimidad Maitane San Nicolás.
Durante el tiempo que se llevó a cabo el evento, se tocaron distintos temas como la Política de Tolerancia cero, los protocolos contra el abuso y el Sindicato de Actores y Actrices y cómo se han pronunciado con esta problemática.
Coincidimos en que la industria audiovisual se encuentra en un momento crucial en su evolución, ya que se exige una mayor responsabilidad y compromiso en cuanto a la prevención de abusos por razón sexual, de género o de poder en todos los niveles de trabajo que existen dentro de la industria audiovisual, no sólo para actores, actrices y directores o directoras.
Muchas industrias han enmascarado esta problemática durante años y somos conscientes de que la mayoría de las personas dentro de la industria audiovisual han sido víctimas o conocen a algún afectado/a en el ejercicio de su carrera como profesional audiovisual o en el mundo de los medios de comunicación; sin embargo, ahora aprovechamos los medios para dar voz a las víctimas e impulsar la prevención de estos acontecimientos.
La abogada Carla Vall menciona que “las redes sociales al final no servían como una red de apoyo para las víctimas sino como una especie de telaraña que atrapaba a las víctimas y protegían a los agresores”, ya que al final las redes son un arma de doble filo. Aunque durante los últimos años se le ha dado más visibilidad a este tema, dando como resultado el surjimiento de todos estos protocolos para prevenir más agresiones, muchas veces las víctimas no se sienten muy abrazadas cuando llega la hora de enfrentarse a la opinión pública.
Hoy en día existe un protocolo común contra el acoso sexual en el audiovisual y artes escénicas, sirviendo como una fórmula para prevenirlo y brindar apoyo a las personas que han sufrido por su causa.
Muchos trabajadores de la industria audiovisual han enfrentado consecuencias profesionales, y el miedo a represalias y la cultura de la cancelación ha hecho que el abuso se haya vuelto un ciclo sin fin dentro del sector. La creación del protocolo contra el abuso ha sido “un avance, porque tenemos unas herramientas que no solo dictan qué hacer cuando ya ha sucedido algo grave, sino de prevención y de medidas para conseguir que los casos no tengan que ir mucho más allá. No solo para los actores y las actrices, sino para todo el sector”, menciona la actriz Aina Gimeno.
La asesora de intimidad, Maitane San Nicolás, incluye que “no solo estamos para mediar entre todos sino observamos también otro tipo de dinámicas en donde hay vulnerabilidad y varias personas implicadas”, ya que lo ideal es observar este tipo de momentos donde pueden surgir problemáticas, como escenas íntimas o donde hay menores de edad involucrados, para prevenir que haya algún tipo de abuso, creando una cultura de consenso en el sector.
Además, el diálogo entre sindicatos ha sido fundamental, ya que no es que haya un “culpable claro”, sino que desde cada sector hay que ir activando el protocolo por el bienestar de la industria audiovisual. Virginia Yagüe menciona que «muchos han dado pasos corriendo: nosotros hemos dado pasos caminando», ya que ha sido un proceso largo de construcción, pero que al final ha llevado a poner alerta a todo el sector.
También comentan que desde que salió el protocolo han llegado muchas más consultas al sindicato, y que lo ideal es llegar a un compromiso de tolerancia 0 en donde se pueda conseguir un sector audiovisual mucho más transparente y ameno. Mencionan también que están en la lucha por conseguir una oficina externa en cada Comunidad Autónoma contra el acoso en donde pueda haber algún especialista, como trabajador/a social o abogada/o, que pudiera mediar cuando alguien tuviera dudas sobre cómo actuar bajo alguna circunstancia de vulnerabilidad o agresión.
Finalmente, dan un mensaje a las víctimas, diciendo que “no están solas ni solos”, y que al final, el sector tiene que mostrar otra representación de la victimización. Se suele pensar que cuando alguien es víctima de abuso, por consecuencia esa persona no podrá ser buena en su trabajo, ni asumir responsabilidades o superar ese evento, ya que siempre serán víctimas, por eso muchas personas tienen miedo de acepar que han sido abusados o hablar sobre ello.
Al final, depende de los que formamos parte de la industria mediática, como comunicadores y comunicadoras, dentro del sector audiovisual, periodístico, empresarial o cualquier otro, asumir la responsabilidad de ser parte del cambio para eliminar el abuso en todas sus formas y crear la comunidad en la que queremos desarrollarnos profesionalmente.