Las nuevas tecnologías, y concretamente la infraestructura de datos, ofrecen oportunidades únicas para apoyar el monitoreo, control y vigilancia de la pesca, en particular para los países que carecen de los medios para patrullar sus aguas o hacer cumplir la legislación contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (conocida por sus siglas en inglés IUU) y la sobrepesca.
Un informe de la profesora de la Facultad de Comunicación Miren Gutiérrez e investigadores del Overseas Development Institute de Londres destaca cómo los países desarrollados y las organizaciones multilaterales hasta ahora no han explotado estas oportunidades y no han logrado producir una herramienta de información pesquera global pública, única y efectiva. Aunque en los últimos años han surgido iniciativas privadas para combatir la sobrepesca y la pesca ilegal utilizando tecnologías satelitales y de datos para cerrar esta brecha, su potencial se ve menoscabado por el tamaño limitado y la calidad insuficiente de sus bases de datos. Se necesita una mejor gestión de datos y una colaboración más estrecha entre estas iniciativas, junto con una mejor gobernanza de la pesca y mayores esfuerzos para combatir la corrupción y reducir las prácticas, incluido el uso de pabellones de conveniencia y acuerdos secretos de pesca.