El periodista y analista internacional Jesús Torquemada ofreció el pasado martes una segunda sesión acerca de cuestiones internacionales políticas. Mientras que la primera fue acerca de la situación de las mujeres en el escenario global, la segunda sesión fue acerca del proceso del Brexit.
Según Torquemada, el día 29 de marzo será decisivo para el Reino Unido, ya que ese día, si no hay petición de prórroga, el país quedará definitivamente fuera de la Unión Europea. Sin embargo, para que los alumnos del Grado en Comunicación presentes en la sesión pudieran entender esa última decisión, el periodista se remontó hasta el día donde, según él, todo empezó, el 23 de junio del 2016, día del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Según el analista internacional, nunca ha existido una mayoría clara a favor de la Unión Europea en el país. Esa división, decía Torquemada, también se hacía notar internamente en uno de los partidos políticos más notorios del Reino Unido, el Partido Conservador. Por ello, el antiguo primer ministro David Cameron, que en su caso estaba a favor de la permanencia de su país en la Unión Europea, decidió, según Torquemada, convocar un referéndum con la absoluta certeza de que los resultados iban a ser favorables para quedarse en la UE, y que podría así “callar” todas las posturas contrarias a la suya.
Fue entonces cuando el día 23 de junio del 2016 se llevó a cabo el tan esperado y temido referéndum. Los datos fueron los siguientes: el 51,9% de la población británica votó en contra de quedarse en la Unión, mientras que el 48,1% voto a favor. Pero, según Torquemada, no fue el Reino Unido el que dijo no a la UE, sino que “la decisión de irse fue de los ingleses”. Y es que excepto la area de Londres , como se puede ver en la imagen, todas las demás regiones de Inglaterra prefirieron votar en contra de la UE.
A continuación, el analista intentó explicar de una forma clara el perfil general de los que votaron en contra y algunas de las motivaciones que les llevaron a tomar esa decisión. Según él, alrededor del 60% de la población mayor de 65 años votó en contra, frente al 73% de los jóvenes menores de 24 años que votaron a favor. Así que seguramente, dijo con un toque de humor el periodista, “el perfil antieuropeo inglés sea la típica mujer inglesa que se toma su té a las cinco de la tarde y admira a la reina”. Pero recobrando otra vez su templanza, prosiguió y dijo: “También ha tenido mucha influencia la inmigración y el racismo que se ha creado por culpa de ello”. Según él, a los ingleses, dentro de su sentimiento de hegemonía en el panorama europeo, no les hace «mucha gracia» que no haya fronteras en la UE, ya que eso significa que cualquiera puede ir al pais inglés y hacer vida allí.
Para terminar la sesión, el periodista dedicó unos minutos para hablar sobre el futuro del país. Planteó los dos posibles desenlaces del proceso, que a su vez, también dividen el Partido Conservador: el Brexit blando y el Brexit duro. La primera opción, según el analista, contemplaría una zona de libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea e incluso los ciudadanos del resto de los países de la UE podrían seguir viajando al territorio inglés para estudiar o trabajar. La segunda, por su parte, conlleva consigo una ruptura total con Bruselas, y el país no solo saldría de la UE, también del mercado común europeo y la unión aduanera.