Entrevista a Lluís Rodriguez Pí, adjunto a la dirección de Cadena SER

“La radio ha perdido credibilidad al entrar en las guerras de los grupos de comunicación”

Adjunto a la dirección de la Cadena SER y ex director adjunto del programa Hoy por Hoy, Lluís Rodríguez Pi (Barcelona, 1960) ha sido también director de informativos y contenidos de la Cadena SER en Catalunya y profesor de la Facultad de Información en la Universidad Autónoma de Barcelona. Lluís, crítico con la realidad de la radio hoy en España, reivindica la información dicha y el titular imaginativo. A pocas horas de terminar el seminario que ha impartido durante los últimos días en Deusto, desearía que los alumnos de Humanidades y Comunicación se quedasen, sobre todo, con una idea: eficacia comunicativa.

Ha destacado este concepto por encima de cualquier otro.

Es esencial. De hecho, todo el trabajo que se haya hecho previamente no sirve en caso de que no se logre. La radio es un medio en el que el receptor puede ser extraordinariamente cruel. Si no has captado la atención del oyente, si no eres capaz de retenerlo, te conviertes en un ruido para él.

La radio sirve de cantera para la televisión. ¿Hasta qué punto es esto bueno?

La televisión se nutre de la radio, pero radio y televisión son mundos completamente distintos en cuanto a su lenguaje. No obstante, estamos asistiendo a un fenómeno a la inversa; los tres últimos profesionales que se han incorporado a la SER como conductores de programas (Carles Francino, Àngels Barceló y Montserrat Domínguez) provienen de la televisión, las facultades ya no nos abastecen. El medio radiofónico no es demasiado atractivo para desarrollar una larga carrera profesional. Tal vez esto explique las altas cuotas de amateurismo que se dan en la radio que, en consecuencia, dificulta mucho el desarrollo de habilidades de los profesionales. La radio pierde a mucha gente en beneficio de los gabinetes de prensa; mejores horarios y mejores sueldos. Por todo ello, hoy se aprecia una renuncia en toda regla al ejercicio del periodismo radiofónico.

La prensa escrita está en crisis; ¿también la radio?

No, la radio subsiste. Es verdad que han surgido nuevos competidores. El carácter de inmediatez ya no es exclusivo de la radio, que antes estaba sola en ese terreno. Pero a la radio la han matado ya varias veces y a pesar de todo es el medio más doméstico que tenemos hoy, por encima de la televisión.

¿Se ha visto beneficiada la radio del desprestigio de la televisión?

Hace algún tiempo sí, pero ya no. La radio ha perdido credibilidad en el momento en que ha entrado en las guerras de los grupos de comunicación. Esto ha causado un posicionamiento de conmigo o contra mí que ha dañado mucho al medio. En el caso de España, tiene mucho que ver lo que ha sucedido políticamente en los últimos años, es decir; la entrada de los neocon. El país se ha dividido en todos los sentidos; camisetas azules contra camisetas rojas.

Sostiene que los medios fabrican la noticia. ¿Puede fabricarse también la estrella de radio?

Imposible. Ser estrella en la radio es una cuestión de suerte, pero yo defino suerte como preparación más oportunidad. La estrella de radio se construye con el tiempo. No hay estrellas de un día para otro y tampoco se pueden crear. A diferencia de la televisión, la radio es un medio de largo recorrido. Tenemos el caso del fallecido Carlos Llamas, por ejemplo. Lo recuerdo cuando nadie lo conocía, haciendo informativos en Radio El País. Tuvo su oportunidad con Hora 25 y supo aprovecharla. A Carlos le costó mucho en los primeros años, porque la gente es de costumbres y le costo hacerse a él, pero poco a poco se fue haciendo sitio. La radio exige tiempo, pero también se le da; no se retira un programa a la semana de empezar, como sucede con la televisión

Cuando un locutor se empieza a gustar, ¿es donde empiezan los problemas?

Hay un libro de Josep María Martí que se titula Estrellas, estrellitas y estrellados que explica dónde radica el problema. La radio no tiene la presión del share que tiene la televisión. Permite y acepta el error mucho más que ésta o que un diario escrito. Pero ojo; la radio es un medio que requiere mucha constancia y trabajo, nadie vive aquí de su cara bonita. Hay quien ha confundido la radio con la televisión y por eso se ha quedado en la cuneta.

¿Le damos demasiado valor a la voz?

Se le da una importancia que no se corresponde con la realidad. Hay profesionales que no tienen una voz muy timbrada pero que saben comunicar, por eso triunfan. Todo eso de la voz grave que primaba hace décadas ya ha pasado a mejor vida en beneficio del comunicador. Pero también se le da demasiada importancia al no equivocarse nunca. Hay locutores tan concentrados en evitar tropezarse que se olvidan de comunicar.

Para comunicar en radio es necesario el ritmo, y para que éste exista deben hacerse pausas. Sin embargo, el locutor novel teme hacerlas. ¿Por qué sucede esto?

Por falta de seguridad. A medida que uno le coge la medida al oficio aprende a dominar la pausa y también el silencio, recursos útiles que contienen tanta información como la palabra o más. En la actualidad, se tiende a identificar silencio con error. Es una gran equivocación.

¿Es la cantinela uno de los principales problemas en la radio actual?

Sin duda. Pero yo la cantinela no la entiendo, ni siquiera es natural. Imaginemos una obra de teatro en la que el actor hablase todo el rato con cantinela. Todo el mundo se reiría, ¿no? Una persona que habla con cantinela es que no entiende nada de lo que estamos hablando al tratar la comunicación.

¿Por qué se produce?

Porque se mimetizan actitudes y comportamientos comunicativos de otros, que es lo peor que se puede hacer. Imitar a otro no es comunicar.

¿El objetivo del comunicador es llevar a lo simple algo complicado?

Puede ser. Hay un maestro del periodismo, Tom Wolf, que reivindica la frase corta; el punto y seguido. En el caso de la radio, la gente se olvida a veces de que está escribiendo para decir. Es un error descomunal. El gran problema de mucha gente de este medio es que escribe para sí mismo.

¿Cómo se despedirá de los alumnos esta tarde?

Ha sido un buen seminario; todos han estado atentos y han puesto mucho interés en los ejercicios prácticos. Pero también he visto un gran desconocimiento del medio, no sólo aquí, es algo generalizado entre los estudiantes de comunicación. Les diré que se lo tomen muy en serio. Las oportunidades llegarán, y no será solo una, habrá varias, pero no deben quedarse esperando. Actualmente hay un gran problema de desconocimiento y de falta de vocación. La radio, como otros medios, deberá introducir cambios, y los cambios siempre deben intentarse desde dentro. Quiero decir que serán los mismos profesionales los que propiciarán la evolución del medio, pero para eso es necesario conocerlo bien. La radio necesita y busca talento y debería encontrarlo en las oportunidades a las que me refería. Insistiré a los estudiantes en que a la radio, como a los medios en general, no se puede ir a empatar.

Asier Leoz 74 publicaciones
Profesor
ASIER LEOZ AIZPURU es doctor en Comunicación por la Universidad de Deusto. Actualmente es profesor contratado en la Universidad de Deusto, donde imparte docencia en el campus de Donostia. Su actividad docente se concentra en el Grado en Comunicación. Concretamente imparte las siguientes asignaturas, Herramientas Multimedia, Elaboración de Mensajes Radiofónicos y Producción Radiofónica. ASIER LEOZ AIZPURU ha estado trabajando en los últimos 20 años en radio como realizador y locutor de programas en EITB. ASIER LEOZ AIZPURU pertenece al equipo de investigación de Comunicación y defendió en 2015 su tesis doctoral titulada Las revistas especializadas en la configuración de un espacio musical indie en España; el caso Rockdelux 1990-2010.