El pasado martes, 14 de septiembre, los estudiantes de cuarto de Comunicación participaron en una sesión práctica con Judit Astigarraga, exalumna del grado en Comunicación y creadora de Borragoma, un estudio dedicado al diseño y a la comunicación.
La actividad, organizada en colaboración con Innogune, el espacio de innovación y emprendimiento de la universidad, se centró en descubrir qué nos motiva y cómo dar los primeros pasos para transformar una idea en algo real. Innogune es un lugar abierto a todos los estudiantes que quieran poner en marcha una idea o recibir orientación. También se ofrecen cursos, asesoramiento y acompañamiento para desarrollar proyectos personales o profesionales. Es un espacio pensado para experimentar, equivocarse y aprender, donde lo importante no es llegar con un plan cerrado, sino con curiosidad y ganas de aprender.
Desde el inicio, la sesión fue diferente. Judit propuso moverse, hablar, pensar y compartir. Los estudiantes se levantaron de sus sillas y participaron en pequeñas dinámicas para romper el hielo: imaginar qué tipo de dragón serían, qué fenómeno meteorológico los representaría o qué negocio montarían si tuvieran que dejar la universidad mañana. Estas preguntas, aunque parecían simples, ayudaron a reflexionar sobre la identidad personal y sobre cómo conectar los intereses propios con posibles proyectos.

Durante la sesión, también se habló en detalle de la experiencia profesional de Judit: cómo comenzó desde cero, enfrentándose a los primeros desafíos y trabajos iniciales, los cambios de rumbo que fueron surgiendo a lo largo de su trayectoria y finalmente la creación de su propio estudio. Compartió anécdotas concretas sobre momentos de duda, errores cometidos y aprendizajes que marcaron su camino. Su mensaje fue claro: los caminos profesionales no son lineales, y equivocarse o cambiar de dirección forma parte del proceso de crecimiento y aprendizaje. Además, destacó la importancia de la perseverancia, la curiosidad y la capacidad de adaptarse a nuevas oportunidades, recordando que cada experiencia aporta algo valioso para el futuro.
Más adelante, se presentó un ejercicio: el ejercicio del posicionamiento personal. Esta actividad invitó a los alumnos a identificar y comprometerse con sus intereses personales, y es una herramienta muy útil para cualquiera que esté pensando en emprender o simplemente quiera aclarar sus ideas. Judit explicó que no hace falta tener una gran idea para empezar: basta con tomarse un rato para pensar qué te interesa, en qué disfrutas dedicando tu tiempo y cómo podrías llevarlo a la práctica. Es un ejercicio sencillo, pero muy recomendable para todo estudiante que quiera dar el primer paso hacia un proyecto propio o descubrir qué le motiva de verdad.
- Haz una lista de todas las cosas que te interesan, grandes o pequeñas.
- Elige una. Si dudas, piensa: ¿cuál harías si supieras que no puedes fallar?
- Comprométete durante 30 días. Por ejemplo, grabar dos episodios de un podcast, escribir artículos o probar una idea cada semana.
- Compártelo. Cuéntaselo a alguien, publícalo o preséntalo en clase.
Esta sesión fue un recordatorio de que emprender no siempre significa montar una empresa o tener un gran plan de negocio. A veces se trata de descubrir algo que nos gusta, dedicarle tiempo y compartirlo con los demás, sin miedo de empezar algo nuevo. Actividades como esta muestran que hay espacio para probar, crear y equivocarse, y que cada estudiante puede encontrar su propio camino si se anima a dar el primer paso.
La palabra es tuya