Peio Arnáez (Donostia, 1959) puede presumir de ser actor, director y profesor de teatro a la vez. Hoy en día, entre otros, es parte del grupo de payasos Algaraklown y es profesor de teatro en la Universidad de Deusto. Por ello, es el responsable, año tras año, de ofrecer a los alumnos del Grado en Comunicación una sesión de comunicación no verbal.
¿Qué importancia tiene el lenguaje no verbal?
Mucha. Hay muchos estudios que confirman que el lenguaje corporal transmite más que el lenguaje verbal. Eso quiere decir que si lo que vemos no nos resulta atractivo desconectamos. Hay que saberlo usar, pero no en exceso, ya que eso nos convertiría en esclavos de nuestro propio cuerpo. Algunas veces tendemos a sobreactuar en algunas situaciones para intentar demostrar nuestra atención provocando así que perdamos naturalidad y dejemos de ser nosotros mismos. Por ello, hay que saber escuchar lo que tenemos alrededor, quien está delante nuestro, la relación con esa persona, donde estamos… Pero también nos tenemos escuchar a nosotros mismos, y actuar en base a lo que sintamos en cada situación. En cualquier proceso de comunicación, la escucha es lo más importante. De esa forma, todo lo que digamos o hagamos será más natural y cómodo, e indudablemente facilitará el proceso de comunicación.
¿Está de moda prestarle atención a la comunicación no verbal?
La comunicación corporal ha existido siempre, los monos no hablaban y se comunicaban. Puede ser verdad que ahora todo el mundo hable de ello y de lo importante que es. Probablemente, la razón sea la presión a la que nos sometemos día a día en planos tanto personales como profesionales. Por ejemplo, hoy en día no solo preparamos los elementos técnicos de una entrevista, vamos más allá y nos preocupamos por como vamos a actuar, hablar, sonreír… Aun así, no tenemos que olvidar que hay ciertos cánones de comportamiento de sentido común y que hay que tenerlos en cuenta.
¿Cómo podemos trabajarlo?
Sea cual sea las disciplina, antes de trabajar nuestro cuerpo y su lenguaje primero tenemos que conocerlo. El teatro y la interpretación, por ejemplo, ayudan a hacerlo. Yo, en los talleres de teatro que imparto, siempre trato de empezar desde ahí, desde la expresión corporal y su importancia. Debemos tomar conciencia de que tenemos un cuerpo y que podemos contar un montón de cosas con nuestro cuerpo sin ni siquiera abrir la boca. Si llego a conocerlo, puedo llegar a independizarme de movimientos hechos por inercia y tomar conciencia de ellos. Si lo consigo, mi cuerpo será capaz de expresarse de otra forma. Al fin y al cabo, la tarea de un actor es saber utilizar cada emoción y actuar corporalmente en base a ello. Por otra parte está el mundo de la meditación, que nos ayuda en tratar de conocer a nosotros mismos. En mi opinión, todo ello se resume en parar y pensar en ti, sentirte. No lo hacemos mucho, pero es necesario.
¿Existen perfiles que deban trabajar más su comunicación corporal?
Todos tenemos que trabajarlo, pero especialmente los que trabajan frente al público. En esos casos hay que relacionarse con mucha gente de diferentes perfiles, y es recomendable tener recursos para tratar con ellos. Aún así, no tenemos que olvidarnos que, de la misma forma, es útil en el ámbito personal y en todo tipo de situaciones que se nos puedan presentar.
¿Ha afectado la era de Internet al lenguaje no verbal?
Si, y es asombroso. En mi caso, siempre trato con alumnos de la misma edad, entre 18 y 23 años, y noto que son cada vez más inexpresivos. Cuesta cada vez más hacerles mover, igual porque existe más miedo al ridículo y al que dirán. Yo empecé a dar clases de comunicación no verbal hace cuatro años y solamente a alumnos de Comunicación. Este curso, por ejemplo, también he impartido este tipo de sesiones a los alumnos de Turismo, Educación Primaria o Trabajo Social. A mí me sirve para darme cuenta de la importancia que tiene hoy en día la imagen y la necesidad de querer demostrar. De hecho, puede que la “moda” de la comunicación no verbal venga de ahí, de la desaparición de esta. O quizás sea la propia importancia de la imagen la que nos está arrastrando a darle más importancia a la comunicación no verbal.