Mucho se da dicho sobre la esfera pública desde la popularización de internet, las redes sociales y la infraestructura de datos: ¿existe realmente como la planteó Jürgen Habermas? ¿se ha de hablar de esferas, en plural? ¿o es mejor hablar de neodemocracias, negando la posibilidad de internet de ser una esfera pública, como hace Dean?
Los espacios de debate, consenso y acción en red que se generan en el activismo de datos se pueden teorizar como “esferas públicas”, porque comparten algunos de sus atributos: aunque el objetivo final del activismo de datos es la acción, éste se articula por actores que interactúan y organizan en procedimientos enmarcados por la “inclusividad”, igualdad de acceso y transparencia. Sin embargo, no se parecen a la esfera pública burguesa. La profesora de Comunicación de Deusto Miren Gutiérrez los llama “esperas públicas digitales alternativas” en un nuevo artículo titulado “Data Activism in Light of the Public Sphere”, publicado en la revista de Filosofía contemporánea Krisis.
Un ejemplo es “Ayuda Ecuador”, una aplicación de la plataforma Ushahidi. “Ayuda Ecuador” se lanzó el 16 de abril de 2016 justo después de los primeros temblores del terremoto que causó la muerte de 660 personas y heridas a 4.605. En cuestión de dos horas, un grupo de “humanitaristas digitales” –que generalmente incluyen blogueros, techies y activistas dispuestos a ofrecer voluntariamente su tiempo para ayudar en emergencias de forma remota— lanzaron la aplicación para generar colectivamente datos relevantes para la emergencia y canalizar efectivamente los esfuerzos de diferentes instituciones y organismos. En pocas horas, se había organizado para verificar cientos de reportes de víctimas y testigos.
El artículo compara las cualidades de las “esferas públicas digitales alternativas” (para abreviar EPDA) en la comparación con las de la esfera pública Habermasiana y de las neodemocracias, a través de los ejes el “sitio”, “objetivo”, “vehículo”, “medios” y “normas”.
SITIO: Las EPDA generadas por el activismo de datos han perdido a la nación como referencia porque se ubican tanto en el local como en el global y operan el “espacio de los flujos” definido por Manuel Castells. La acción coordinada globalmente en una EPDA tiene consecuencias locales. En el mapeo de crisis de “Ayuda Ecuador”, por ejemplo, lo local determina las condiciones en las que las víctimas pueden informar y los trabajadores humanitarios pueden usar la información sobre el terreno. En las EPDA hay una diferencia entre lo local y lo nacional también. Por ejemplo, los desastres pueden afectar a personas vulnerables en áreas rurales remotas en mayor medida que a otras que viven en ciudades del mismo país. Además, las catástrofes no respetan las fronteras nacionales tampoco.
OBJETIVO: Los actores en una EPDA buscan consensos, pero estos incorporan una expectativa de respuesta y se usan como un instrumento para la acción. Es decir, el consenso no es un fin en sí mismo. Las dos variedades principales de geoactivismo, mapeo de crisis y cartografía activista, están dirigidas a la acción, aunque el objetivo principal del mapeo de crisis es abordar emergencias (acción a corto plazo) y de la cartografía activista es generar evidencias para empoderar a las comunidades (acción a medio y largo plazo).
VEHÍCULO: Las EPDA se forman en torno a los conflictos y problemas que tratan de abordar (i.e. el terremoto de Ecuador), y en ocasiones generan narrativas y contra-discursos alternativos. Pueden permitir que la gente de a pie genere sus propios datos en sus propios términos, revirtiendo el proceso de dataficación, que generalmente es monopolio de gobiernos y corporaciones. Las emergencias pueden desencadenar el mapeo de crisis, que es la geolocalización de datos ciudadanos para ayudar a los esfuerzos humanitarios, mientras que el mapeo activista puede activarse por causas sociales. Aunque no son el “vehículo” de las EPDA, los actores son esenciales: la ciudadanía se coloca a la vanguardia de la producción de contenido; las personas privadas de sus derechos se sientan en la mesa de toma de decisiones, lo que les da poder y mejora su agencia; y algunos papeles son fundamentales en el mapeo de crisis, por ejemplo.
Las EPDA se gestionan mediante una coordinación descentralizada y en red en la que los papeles son estáticos, mientras que los individuos son prescindibles. Por ejemplo, un esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo puede imponer tensiones a los actores que apoyan las EPDA, por ejemplo, experimentando extrema fatiga en el apoyo de una campaña.
NORMAS: Las normas que rigen las EPDA provienen de la red, es decir, no están impuestas en los procesos hegemónicos por actores externos. Las EPDA son fluidas y efímeras, incorporando una obsolescencia porque surgen frente a emergencias y problemas finitos. Otra regla que gobierna las EPDA es la inclusividad condicionada, que permite la participación de cualquier persona, siempre y cuando siga las pautas, por ejemplo, para producir informes verificados durante las crisis. Sin embargo, este acceso igualitario (no igualdad) incorpora algunas asimetrías. En el caso del mapeo de crisis, por ejemplo, las personas que lanzan el mapa actúan como guardianes de la información y sus procesos de verificación y clasificación. Asimismo, las víctimas y trabajadores/as humanitarios/as a menudo enfrentan situaciones peligrosas, a diferencia de las personas que trabajan en la crisis de forma remota. La transparencia, otra regla, se emplea en la EPDA solo como herramienta, no como fin, y puede generar irritaciones también cuando se hace evidente que, por ejemplo, los medios de comunicación no están informando adecuadamente de una crisis. Sin embargo, demasiada transparencia puede ser peligrosa para las víctimas que informan sobre su situación en la EPDA Finalmente, la credibilidad es necesaria para generar aceptación y colaboración en las comunidades que ayudan en un mapeo de crisis.
Pero exactamente como pasa con la esfera pública Habermasiana, las EPDA son una construcción. Se ofrecen en este artículo como un concepto heurístico para comprender cómo el activismo de datos genera comunidades en red de personas de diversos orígenes, a veces en ubicaciones remotas, para la acción coordinada. EPDA perfectas, en las que los actores trabajan en perfecta armonía con resultados, no se encuentran en la vida real.
Lo que muestran los casos reales es que, con las capacidades aumentadas que otorga la infraestructura de datos, el activismo puede desatar procesos de comunicación real conducentes a la acción. Las EPDA también proporcionan otra vuelta de tuerca en el debate teórico sobre la validez de la esfera pública como concepto hoy en día.